lunes, 19 de julio de 2010

Escena I


Escena I


(Interior del dormitorio. Una mujer duerme bajo las sábanas. Se abre la puerta y entra una chica morena que camina con paso firme hasta colocarse en la cabecera del mueble.)


SPOV


" The momment I wake up........"

Diossssss otra vez no por favor, por favoooorrrrr.

"Before I put on my make up..........."

Grrrffff ahmmmmmppppfsss

"I say a little pray for youuuuuuuuuuuuuuuuu................"

Juro que en momentos como esos la estrangularía. Sin remordimiento alguno. Porque entiendo que es hiperactiva y muy creativa, pero ¿no podría al menos despertarme con una canción como dios manda? Hasta un cubo de agua fría me sentaría mejor....

"En serio Lu, has hecho que odie con toda mi alma a Diane Warwick". Gruñí con la cabeza debajo de la almohada.

"¿Diane Warwick? Me ofende que no notes mi tono ronco y voz seductora. Es la versión de Rupert Everett." Contestó indignada estirando de las sábanas.

"Me pregunto como no me he dado cuenta antes...Con esa voz tan inconfundible que tienes......" Dije con ironía agarrándome al colchón. Tenia treinta segundos más antes de que empezara a agarrarme del pelo estilo cavernícola, para empujarme hasta el cuarto de baño.

"Para ser una persona que vive con aproximadamente diez minutos de sueño al día, te despiertas insoportable." Respondió iniciando su ofensiva capilar, a la vez que me agarraba un oreja.

"¿Me puedes recordar por qué somos amigas? PORQUE AHORA MISMO POR MUCHO QUE LO INTENTO NO LO CONSIGO!!!" Le medio grité, intentando zafarme de sus brazos.

"No somos amigas. Sólo te soporto porque me pagas una cantidad indecente de dinero" Se quedó pensativa un segundo. "Y porque siempre estás rodeada de tíos buenos." Sonrió divertida.

"Tú si que sabes hacerme sentir querida y valorada. Voy a hacer como que no te he oído y me voy a meter en la ducha, ¿Cuánto tiempo tengo?" Le pregunté levantándome de la cama, dirigiéndome voluntariamente al baño.

"El avión sale dentro de tres horas, tienes una hora más o menos para arreglarte y desayunar. Luego te llevaré al aeropuerto. Voy a hacer café, te espero abajo y te pongo al día." Dicho esto salió de la habitación.

Entré en el baño y me deshice de los shorts y la camiseta que llevaba normalmente para dormir. Dejé que el agua caliente calmara un poco mi dolorida espalda. Escribir es tremendamente satisfactorio a nivel intelectual y ,al menos para mi, también en el emocional. Pero las posturas encorvadas durante unas cuantas horas seguidas, hacen de mis cervicales un campo de minas y seguro que antes de los cuarenta podré hacerle la competencia al jorobado de Notre Dâme.

Después de secarme el pelo y ponerme una crema hidratante que según Lu, era la octava maravilla del mundo, entré en el vestidor y me metí en unos vaqueros viejos y una camiseta negra de manga larga. Saqué también una chaqueta de punto clara y la aparté junto con mi abrigo negro para llevármelo todo después. En LA no hacia frío nunca, pero teniendo en cuenta que en unas siete horas estaría en Vancouver iba a necesitarlo. Me recogí el pelo en una coleta, agarré el móvil de la mesita de noche y bajé a la cocina.

Lu estaba dejando encima de la barra una taza de café tamaño supervivencia en el desierto y un plato con un par de sandwiches. Le hice un gesto con la cabeza. "No, no quiero nada de comer. Sólo me apetece el café."

"Ni hablar. Te conozco, no comerás nada mientras esperas el embarque y desde luego la sibarita que hay en ti, antes muerta que tocar la comida del avión. No llegarás hasta las seis, o te los comes ahora o te los meto en la mochila. Tú verás." Dijo arqueando la ceja izquierda a modo de pregunta. Como si pudiera esquivarla. Acerqué el plato delante de mi y empecé a comer mientras ella sufría uno de sus típicos ataques de incontinencia verbal.

"He comprobado hace un rato que la agenda sigue sin tocarse. Javier estará en el set hasta las siete y media, esta noche no tienen nada. Puedes quedar con él cuando vuelvan. En tu reserva del hotel te he apuntado su numero de habitación. Llevas en la bolsa de mano la carpeta con los apuntes del director escénico, y todas las notas que hiciste para comentarle. Te he anotado también el número de su móvil y el de su asistente en el rodaje. No tienes que tener ningún problema. También..."

"Lu, joder, respira. También puedo hacerlo a la antigua y preguntar a alguien, ya sabes.... hablar y eso, aprovechando que no estoy muda." La corté, para que no muriera asfixiada en el suelo de mi cocina. Me asesinó con la mirada. "No deberías intentar ser graciosa, es evidente que todo el humor que tienes lo gastas en tus guiones y luego no te queda nada." Sonreí, mientras le pegaba otro mordisco al sandwich.

"Te he puesto una de tus libretas, cuarenta bolis distintos, porque quién sabe cual querrá usar su majestad para iluminarnos con su sapiencia e ingenio y dos paquetes de tabaco. No dejan subir mechero al avión así que tendrás que comprarte uno cuando llegues. Ah, y he metido unos guantes en el bolsillo pequeño. Parece que está haciendo bastante frío." Siguió mientras jugueteaba con su móvil.

"Gracias mamá. Te prometo que no perderé nada y que seré buena hasta que llegues tú." Le di el último bocado al sandwich y me levanté a dejar el plato en el fregadero. "Voy a hacer la maleta y un par de llamadas de teléfono. Luego si quieres nos vamos."

Sonrió de oreja a oreja con la misma cara que tenia el gato que se comió al canario. "Ya tienes la maleta hecha." La miré incrédula. "¿Qué me has hecho la maleta?" Ella asintió todavía sonriendo. "Tú y yo tenemos que discutir OTRA VEZ tus obligaciones laborales. ¿Qué has puesto? Oh dios, no, no me lo digas, no quiero saberlo. Dime que al menos hay ropa con más tela que mis servilletas...." Me lamenté, sacudiendo la cabeza de un lado a otro. "¿Hablas de las servilletas normales o las enormes, esas de algodón de hilo egipcio para las grandes ocasiones?." Se lo estaba pasando en grande la muy bruja.

"Eres consciente de que allí están prácticamente a cero grados ¿verdad? Que tengo que llevar algo encima de la ropa interior o moriré por congelación." Le pregunté exasperada. "Naaaahhh, el hotel esta climatizado tranquila, podrías ir en traje de baño si quisieras." Me miró desafiante. "Me acabas de levantar cantando a Diane Warwick...." Empecé a mascullar. "Rupert, es Rupert" me cortó, corrigiéndome. "¡Lo que sea!" exclamé exasperada, "Me obligas a comer, cuando aún tengo el estómago cerrado. Y me haces la maleta, vete a saber con que cantidad de ropa que no podré ponerme..." La miré con resignación. "Bueno, al menos, a última hora me arrepentí y no te puse un vibrador... aunque la verdad..." Siguió hablando sin mirarme." PARA, STOP, WARNING!!!! Lucía, como encuentre algo así o similar en mi maleta....." Le repliqué intentando sonar amenazante. "Te das cuenta de que solo me llamas Lucía cuando te enfadas ¿no?" La sonrisa ahora le llegaba a las cejas. Le clavé la mirada y decidí que casi mejor no saber nada más.

Subí a mi habitación a recoger mi chaqueta y el abrigo y de paso hacer un par de llamadas rápidas para confirmar mi fecha de entrega de un par de cositas pendientes. Aproveché para abrir la maleta y meter un par de suéteres y otros vaqueros, resistiendo la tentación de revisarla entera. Cuando volví al piso de abajo Lu estaba en el salón guardando mi portátil. "¿Te meto las paginas que escribiste anoche? Si quieres las puedo pasar luego y te las mando por mail." Dijo pasándome el maletín. "Prefiero que me las mandes. Odio escribir en los aviones. Además llevo un par de cosas para corregir y así adelanto trabajo." Le contesté, recogiendo también los billetes y metiéndolos en el bolsillo de la mochila.

Salimos al jardín y nos dirigimos al coche que estaba aparcado al lado de la puerta de entrada. Por el rabillo vi como Lu sacaba la llaves y enfilaba hacia la puerta del conductor. "Ehhhhhhhh quieta ahí bonita!!! ¿Qué crees que haces?Ni de coña vas a conducir mi coche." Le solté. Ella me miró con cara de fastidio. " Eres la releche. Tengo clave de acceso a tu cuenta corriente pero no me dejas conducir el coche nunca. Además es una gilipollez, a la vuelta voy a tener que conducirlo de todas formas." Comentó airadamente. "A la vuelta no estaré yo dentro. Y que sepas que si no llega intacto a casa, te despido ipso facto!!!"

Me lanzó las llaves y dio la vuelta por detrás para subirse al asiento del copiloto. No hablamos mucho más en el camino al aeropuerto, ella iba concentrada en su teléfono respondiendo llamadas y leyendo mails. Llegamos en veinte minutos. Bajamos y Lu saco la maleta del asiento de atrás, yo me cargué al hombro la mochila con el portátil y las demás cosas. Me acompañó hasta el embarque para facturar. "Si quieres puedo usar el pase especial y me quedo dentro contigo esperando." Comentó. "No hace falta. Además lleva retraso, me pondré a trabajar un rato antes de subir y ya está. Las dos sabemos que contigo al lado no podría. Ale, vete ya, que tengo unas ganas de no verte la cara en dos días...." Repliqué.

"Que sepas que te vas a aburrir como una ostra sin mi." Dijo pasándome los billetes y mi pasaporte. "Si quieres te paso una lista de nombres de los actores que están rodando allí. En Vancouver se ruedan ahora muchas series porque es más barato. Seguro que podemos encontrar a alguien dispuesto a entretenerte." Añadió arqueando una ceja sugestivamente. "Seguro. Y si no harías un casting y les pagarías. Voy a trabajar Lu, no a entretenerme y tu también. Estamos en plena pre-producción, no tenemos tiempo para tonterías ahora." Contesté intentando sonar al menos un poco autoritaria, para hacerle llegar bien claro el mensaje. "Tú nunca tienes tiempo. Ya te lo arreglas todo perfectamente para no tenerlo. La última vez que viste un pene en directo, los dinosaurios aún dominaban la tierra. En fin, que más da, es como predicar en el desierto. " Se acercó y me dio un abrazo. "Llámame en cuanto aterrices para saber que estás bien."

"Vale, pero tú me mandas primero un sms en cuanto llegues a casa con MI coche de una pieza." Cogí mis trastos y me dirigí a la puerta de embarque. Después de diez minutos, quitarme los zapatos, vaciar la mochila y volverla a llenar, pasé el control de seguridad y atravesé la puerta. Antes me volví para dedicarle a Lu un adiós manual y una sonrisa. Recorrí el pasillo principal de LAX mirando de reojo las tiendas de ropa y comida y los horribles restaurantes de comida prefabricada. Me detuve en unas de las librerías para comprar algo que leer en el vuelo. Inspeccioné las estanterías minuciosamente intentando decidir si quería algo nuevo, un clásico, o alguna novela que hubiera leído ya antes. Me encanta releer libros. Me gustan las diferentes sensaciones y puntos de vista que puedes sacar de un libro que has leído anteriormente. Sobretodo si ha pasado una cantidad suficiente de tiempo. A veces la segunda lectura es mejor porque entiendes ciertas cosas que antes se te escapaban. A veces es peor porque la magia que sentiste la primera vez, no tiene nada que ver con lo que lees y asimilas en ese momento.

Al final escogí la novela ganadora del Pulitzer, y no por el premio, sino porque un par de amigos me la habían recomendado. La cogí del stand especial que tenia en la parte delantera de la tienda y no pude más que reírme al ver la enorme estantería que tenia al lado. Manda narices. Con lo que cuesta escribir algo original, o emotivo, o bien estructurado o con un buen desarrollo de personajes. Con el esfuerzo que supone ganar el Pulitzer sobre todo si como en este caso es tu primera novela, teniendo que empezar en las rondas previas de clasificación. ¿Para qué todo eso? Para acabar con un pequeño stand en las librerías mientras al lado montan atriles y mesas ocupando diez metros cuadrados. Para acabar compitiendo codo con codo con la saga Crepúsculo. El pobre hombre tenía que estar dándose cabezazos contra las paredes de su casa.

Claro que yo no podía hablar mucho. Al fin y al cabo iba a pasar una semana en pleno Lado Oscuro. Porque el motivo de mi visita a Vancouver era poder compartir unos días de trabajo con Javier Aguirresarobe. Uno de los mejores directores de fotografía del panorama cinematográfico actual. Había seguido su trabajo desde joven, él ya llevaba más de cuarenta años en la industria. Además era español, lo que no era un requisito pero era un punto a favor. No tuve ninguna duda de a quien quería para mi película en ningún momento. Javier era buenísimo, y en los claroscuros y ambientes opresivos se crecía aún más hasta ser sublime. Si me quedaba alguna fé en la justicia de los premios Oscars la perdí el día que ni siquiera lo nominaron por The Road, por el amor de dios, aquello fue el trabajo de un genio. Javier estaba trabajando en la adaptación de la ultima novela de la saga vampírica al celuloide. Ya había realizado las dos anteriores y el trabajo había sido muy bueno. Mejor que las películas. Así que, por caprichos del destino, o más bien por incompatibilidad de agendas, no me quedaba otro remedio para poder verlo en acción que visitarlo durante el rodaje de Breaking Dawn. Y eso es lo que estaba a punto de hacer.

Pagué el libro y salí de la tienda. Me acerqué a la zona de espera y puse mis cosas en una de las mesas. Me senté y saqué de la mochila el portátil, para matar el tiempo hasta que tuviera que subir al avión. Introduje las cincuenta contraseñas necesarias para acceder a mis archivos y seleccione el que buscaba, 30 Rock, comedia, tampoco puedes ponerte existencialista y profunda en una sala de espera. Me sumergí en los diálogos. No llevaba ni seis páginas revisadas cuando me vibró el teléfono en el bolsillo del pantalón. El sms de Lu. Lo leí y no pude evitar reírme a carcajadas. "Misión cumplida. Tu coche esta sano y salvo, pero el árbol del tercer macetero de la entrada ha muerto. En el acto, sin dolor. ¿Que opinas de la incineración?."

Deje el móvil encima de la mesa y seguí con el guión hasta que nos llamaron por los altavoces. Me uní a la fila de gente que se había formado y esperamos allí hasta que abrieron el finger que nos llevaría al avión. Busqué mi asiento de primera clase, guardé la chaqueta y el abrigo en el compartimento y dejé la mochila al lado mío. Incliné un poco el respaldo y me recosté cómodamente. Una vez despegamos y pudimos desabrochar los cinturones, saqué el libro y me dispuse a leer tranquilamente. Nunca trabajo en los aviones, no se si es por la ingravidez o por no estar concretamente en ninguna parte, pero no puedo concentrarme lo suficiente. Así que abrí por la primera pagina dispuesta a relajarme un rato. Solo que no podía.

Estaba nerviosa. Ansiosa incluso. Era la primera vez que me arriesgaba de esa forma, antes siempre había tenido más o menos claro hacia donde enfocar mi trabajo. Nunca había aceptado un encargo el cual no me creyera capaz de hacer. Siempre jugaba sobre seguro por decirlo de alguna manera. Pero ahora todo estaba en el aire. No estaba en mi elemento natural, pero aún así sentía que necesitaba hacer esto. No tenía claro exactamente el motivo. Pero tenia que hacerlo. Y tenía dudas, unos días más que otros, hoy seguramente era de los otros. No me gustaba ese sentimiento, aunque fuera natural. Durante meses y meses lo había pensado, discutido y analizado con Lu. Tenia bastante claro como quería que fuera el proceso creativo y cual el resultado final. Habíamos aclarado un montón de temas, seleccionado personal y solucionado la financiación. Cada minuto que teníamos libre estaba dedicado a esto. A como íbamos a hacerlo, no me podía permitir el lujo de ponerme a dudar a estas alturas si quería o no. Quizás por eso los nervios. Porque si todo salía bien en el viaje y Javier aceptaba, era el paso definitivo. El punto en que mi película dejaba de ser algo gestándose en un universo paralelo o abstracto para pasar a ser totalmente real. Eso asustaba.

Y no soy de las que me asusto fácilmente. Pero ¿y si resultaba que al final, ni el guión ni yo estábamos a la altura? ¿Y si al final no era tan buena como me creía? En esos momentos la mejor solución era recurrir a la parte analítica de mi mente para solucionarlo. Había pasado mi guión a cuatro escritores con los que alguna vez había trabajado o me gustaban por su criterio. Todos habían sido muy positivos. Era cierto que no tenia experiencia alguna, puramente práctica, en la dirección. Pero tampoco mi película requería un gran despliegue técnico ni de recursos visuales. Tenía buenos amigos dispuestos a echarme una mano. No tenía que rendir cuentas a un productor ni a un estudio que me presionaran. No había expectativas creadas. Si no me gustaba el resultado final, simplemente no lo sacaría a la luz. Tenia poder de decisión total. Eso ayudaba a mitigar el miedo escénico. Nunca del todo, pero ayudaba. Si ganaba, ganaría sola y si me hundía lo haría en solitario también. Bueno a Lu la dejaría ganar conmigo, claro, pero si tocaba hundirse la dejaría atracada en la orilla.

Lu, que se había quedado en LA esperando que el abogado terminara los detalles legales para los contratos. Necesitábamos al menos el de Javier por si había que firmarlo. Se iba a reunir conmigo dos días más tarde. La había dejado encargada también del primer proceso de selección del ayudante de dirección. Mejor dicho, del segundo ayudante de dirección, el primero era obviamente ella. Tenia que ser alguien que pudiera trabajar bien con las dos. Ella sabia perfectamente como me gustaba trabajar para saber que buscar y luego tendría que pasar su propia aprobación. Decidiríamos al volver. Eso y dos millones de cosas más. Menos mal que en dos semanas mi carga de trabajo se aligeraba, porque no íbamos a poder parar ni un segundo. Técnico de sonido, búsqueda de exteriores, supervisar las escenografías... Y para luego, quedaba todo lo que no se podía hacer aún por no tener el casting fijado. Pero eso seria más adelante. Paso a paso. Primero tocaba Javier. Quería su nombre en los títulos de crédito.

Títulos de crédito. Ese podría ser un buen motivo. Después de doce años trabajando, esta iba a ser la primera vez que firmaría mi trabajo. Iba a dejar las sombras durante un ratito. Salir ahí fuera a ver que tal. Nunca firmaba mi trabajo por no ser solamente mío. Ahora tendría la oportunidad. Porque desde la primera letra a la ultima eran todas mías. Entiendo perfectamente a esos guionistas que se enfadan conmigo, esos que les molesta que retoque su trabajo, que me odian cuando ven que la versión final es ligeramente mejor. Lo entiendo. Cada vez que leo mi texto, me digo que es imposible mejorarlo, que no tocaría nada. Pero es que tampoco dejaría que nadie lo tocara. Y no es una cuestión de ego. Se que hay muchos escritores mucho mejores que yo. Algunos me encantan. Pero ellos en su casa y yo en la mía. Que haya aprendido a trabajar en equipo no quiere decir que lo prefiera. Me gusta trabajar sola, siempre me ha gustado. Por eso principalmente me decanté por la corrección, porque si estás en el proceso de creación necesitas compartir y moldear muchas de las cosas que haces. No llevo bien cuando se elige otra cosa que no sea la que yo pienso que es mejor. Aunque no sea mía. Lo respeto, pero no me gusta. Así que si mi nombre ha de estar ahí fuera, lo quiero sin acompañantes. Quizás si sea una cuestión de ego o vanidad después de todo. Y de legado. Eso lo trae lo de los treinta, empiezas a plantearte cosas que antes ni se te pasaban por la cabeza. Que de aquí a sesenta años alguien pueda decir, si, era aquella chica que escribió y dirigió aquella película. Definitivamente ego, tanto tiempo rodeada de actores algo se me tenía que pegar.

Ya más tranquila, volví a coger el libro. Debí quedarme dormida, porque lo siguiente que recuerdo es a la azafata despertándome para que me abrochara el cinturón de seguridad. Por lo menos no me cantó a Diane Warwick versionada por Rupert Everett. Me incorporé preparándome para el aterrizaje. Suave y sin complicaciones. En veinte minutos más estaba en la terminal esperando para recoger mi maleta. Le envíe un mensaje a Lu para avisarla de que había llegado. " Canadá, oh Canadá. El águila ha llegado al nido. Cambio y corto. Quiero fotos del parachoques delantero y trasero de mi coche en este número en menos de cinco minutos. La integridad de tu vespa depende de ello." Lo suyo con la vespa era de psiquiatra, hasta a mi me superaba. Salí de la terminal del aeropuerto para buscar un taxi, porque había quedado de acuerdo con la loca de mi asistente en que ella alquilaría un coche cuando llegara. Fue como entrar en la nevera de casa. Por dios que frío. Me coloqué la chaqueta y me eché por encima de los hombros el abrigo mientras caminaba hacia la parada de taxis. El conductor me ayudó a guardarlo todo y salimos rumbo a mi hotel.

Rumbo a las dudas y al miedo, rumbo a la determinación y la vanidad. Rumbo al Lado Oscuro si, pero también literal y metafóricamente hablando, rumbo al Amanecer.




(Las luces de la ciudad reflejadas en la ventana de la habitación crean un discreto juego de luces y sombras. Al fondo, en la cama, se distinguen las figuras de una pareja entrelazada. )



RPOV


"Arquea un poco más las caderas, Kris" Le susurré al oído. Levanté una de las manos con las que me sujetaba en el colchón para no aplastarla, y la bajé por su espalda hasta agarrarla del culo para subirla un poco más arriba. Empujé las caderas hacia delante, más despacio, hasta que nuestras pelvis quedaron totalmente unidas. Hmmm mejor. Mucho mejor. Ella no dijo nada, le miré a los ojos, para ver si podía leer en ellos su reacción. Tenia los ojos cerrados. "¿Mejor?" Le pregunté, la voz me salió ronca. "Si" Contestó intentando rodear las piernas en mi cintura.

Se le enredó una rodilla en la sábana que nos cubría a ambos. ¿Qué problema tienen los americanos con hacerlo encima de las sábanas? O sin ellas. No lo entenderé nunca. Es mucho más fácil, tienes acceso a todo el cuerpo y no se te quedan los brazos o las piernas enredados... Peor es lo de la ropa interior puesta. Yo pensaba que el sexo era una garantía para ver mujeres desnudas, pero en este país se ve que no es necesario. Porque no me creo que nadie pueda pensar que echar un polvo con el sujetador puesto es sexy. Ya no digo nada de cuando se trata de una camiseta, aunque sea de tirantes. No me acuerdo de la última vez que vi una teta. Es patético.

Levanté la cabeza de su hombro, y le acaricié la mandíbula con la frente a la vez que le besaba el cuello. "Estás sudado" dijo apartando un poco la cara. Fucking shit. Igual no sudaría si no tuviera que hacerlo yo casi todo. Volví a dejar la cabeza en su hombro resignado. Se me empezaba a cargar el brazo de aguantar todo mi peso con una mano. La recosté sobre la cama y subí la que tenia ahora libre para recolocar su pierna y separársela un poco más. Esa postura hacia que los movimientos fueran más profundos y fluidos.La miré por si había quejas. No, bien, seguimos. Me sujeté con los codos para pegar mi cuerpo al suyo y aumentar el ritmo. Sin quejas. Sin cambios.

La besé en la boca. Respondió tímidamente. Aún había esperanza. La besé más fuerte, más profundo. Gimió. "Tócame" le pedí sobre sus labios, embistiendo más rápido. Soltó una de las manos que tenia enganchadas en mi cuello y la bajó hasta la mitad de mi espalda. Bueno, definitivamente no era eso lo que tenia en mente. Volví a besarla, acariciándola con la lengua, y aproveché que la suya hizo acto de presencia para morderle ligeramente la punta. Se le escapó un quejido. Si, seguimos en el partido. "Sabes que no me gusta que me muerdan." Protestó con voz ahogada.

Me di por vencido. Coloqué mi mano entre sus piernas, acariciándola con dos dedos. Se removió, pero no dijo nada. Apreté la mandíbula y los dientes en las acometidas finales. No se me fuera a escapar algún sonido. Ultimamente tampoco los sonidos demasiado 'efusivos' eran bien recibidos. Me permití un gruñido al final, bajito por supuesto y me dejé caer en su costado durante unos segundos. Cuando pude volver a respirar normal, seguí acariciándola con los dedos para que ella también terminara. "Déjalo, estoy bien." replicó en cuanto notó mi mano. Big fucking lie. Nada estaba bien.

"Quiero hacerlo". ¿Tan difícil era de entender? Oh Goddd, cuanto echaba de menos esos tiempos cuando nos escapábamos del set en las esperas para encerrarnos en un baño y poder tocarnos. O colarnos de madrugada en la habitación del otro en los hoteles. Teníamos que escondernos de todos porque no sabían que estábamos juntos. Estaba prohibido. Era excitante y divertido. Ah y correrse no era un delito. Incluso a todo volumen. Ja, ahora somos PG-13, aptos para todos los públicos.

"Tengo que ducharme" Dijo apartando la mano y sentándose en la cama para ponerse sus bragas. Coño, ni las bragas eran las de algodón blanco. "Joder Kris, tu si que sabes tocarme el ego". And my fucking balls. Se me quedó mirando. "En menos de una hora vendrán a buscarnos, ¿puedes aparcar a tu ego un rato no?" apostilló. "Si claro, tengo mucha practica, tranquila". Le repliqué levantándome. "¿Qué más se supone que tengo que hacer Rob? Te plantas a las tantas en mi cuarto y te metes en mi cama. Me despiertas porque quieres sexo, me acuesto contigo y aún así sigo haciendo algo mal... En serio, no se que mas quieres...." Se dirigió a mi con las manos apoyadas en las caderas. "Jesus Christ, ¿que qué más quiero? ¿Que no parezca que lo hagas porque me haces un favor? Porque Kris, cuando te quejas de la postura, o de mis gemidos, o de los mordiscos y el sudor, sólo puedo pensar que no te interesa en lo que estamos. Y que me apartes de lado cuando intento que tu también disfrutes... además de darme la razón me sienta como una patada en los huevos!!!" Le respondí amargamente. "¿Me tomas el pelo? ¿Esto es por orgullo masculino?¿Por qué no he tenido un orgasmo? Por favor, odio cuando te portas como un crío". Esa era buena. "Ultimamente odias todo lo que hago, y no me digas crío, no cuando acabamos de hacerlo como dos cincuentones artríticos. Es de risa." Le contesté indignado.

"¿Todo esto es por la escena de hoy?" Me preguntó arqueando una ceja. "¿Estás nervioso?" Añadió. "No tiene nada que ver con la escena, hablo de nosotros, no me estás escuchando." Repliqué. "¿Escuchar el qué? Si lo único que haces es quejarte. ¿No se supone que los tíos estáis contentos y relajados después de echar un polvo?" Contestó enfadada. "No Kris, estamos contentos y relajados, después de echar un BUEN polvo." Me dirigió una mirada asesina. Luego se levantó de la cama y se dirigió al baño. Antes de entrar se volvió y me observó con cara triste. "Eso lo he escuchado perfectamente y también lo he entendido, gracias." Entró y cerró la puerta. Shiiiiiiiiiiiiitttttttt.

En eso no habíamos cambiado. Siempre acababa sintiéndome culpable. Cuando no era por una cosa era por otra. Por ser el más conocido de los dos. Porque en las entrevistas me preguntaban mas a mi. Porque ella era mejor actriz pero a mi me ofrecían los mejores papeles. Porque me pagaban más dinero. Porque mis jodidas películas tenían mas recaudación que las suyas. Porque salía en más revistas. Porque por estar juntos nos perseguían los putos paparazzis. Porque tenia más fans. Sentía la obligación de estar siempre disculpándome con ella. Aunque esta vez, era con razón.

"Kris, lo siento. No debería haber dicho eso." Le hablé a través de la puerta cerrada. "Si que estoy nervioso, ya lo sabes. Además no he dormido nada y tengo resaca." Esperé a que contestara. "Bien, no pasa nada. Vete a vestirte. Nos vemos abajo en el coche." La oí sobre el sonido del agua de la ducha. Me puse la ropa y volví a mi habitación. Me duché y me vestí en diez minutos. Cogí el móvil y bajé a la cafetería para tomarme un café bien cargado antes de salir hacia el set. Después de un par de tazas, salí al hall del hotel a la vez que llegaba el coche. Me senté en el asiento trasero y esperamos hasta que Kris bajo cinco minutos después.

Cuando se sentó a mi lado el conductor arrancó. Me quedé mirando la ventanilla intentando dejar todo un poco de lado para concentrarme en la película. De repente noté su mano encima de la mía. Me giré para verle la cara. "Tranquilo, lo vas a hacer bien." Me dijo. "No lo pienses. Cuando piensas te pones tenso. Solo hazlo y ya esté." Me sonrió acariciándome el dorso de la mano. Entrelazamos los dedos. Me recosté en el asiento y acerqué la cara a su oído. "Siento lo de antes." Le susurré. "Lo se. Ya se que estás frustrado y enfadado por muchas cosas Rob, pero a veces te olvidas de que yo no soy la mala. Creo que estás llegando al punto límite con todo esto. Yo también he pasado por ahí, te entiendo." Contestó pasando la otra mano por mi pelo. "Se que podía haber tenido un poquito más de tacto esta mañana. No eres el único con los nervios a flor de piel." Me pegó un pequeño tirón, que me hizo levantar la vista para encontrarme con sus ojos. "No quiero que pienses que no estoy a gusto contigo. O que no quiero hacer el amor contigo. No estoy TAN tonta...." Le sonreí socarronamente. "Bueno, soy uno de los hombres más sexis del planeta, tendrías que estar loca..." Se rió, y me dio un pellizco en el hombro. "Necesito que me cuentes las cosas Rob, a veces es difícil seguirte... Pero no dudes nunca que yo siempre estoy de tu lado ¿vale?". Asentí y la besé ligeramente. Toda la tensión acumulada en mis hombros desapareció de golpe. "Te quiero" le dije. Besándola de nuevo. "Yo también te quiero" Respondió bajando la cabeza, en ese gesto suyo tan característico de cuando estaba avergonzada. Le rodeé los hombros con el brazo y la recosté sobre mi cuello. Pasamos así el resto del camino.

Llegamos al set. Nos esperaban las asistentes. Me llevaron a maquillaje para pasar tres horas de reloj con el jodido aerógrafo pintándome de arriba a abajo. Porque tenía que ser todo el cuerpo. Y cuando digo todo, me refiero a todo. En un par de tomas iba a tener que estar desnudo. Por supuesto no se vería nada después, a Stephanie le podía dar un aneurisma. Iban a hacer una toma lateral para que se viera todo el perfil al aire, y me taparían el resto con la sábana. Los vampiros tampoco se libran de las sábanas en USA.

Cuando terminaron, me envolvieron en una bata y me llevaron al decorado del dormitorio. Ya estaba todo listo allí. Kris estaba igual de embatada que yo y le terminaban de arreglar el pelo. Ibamos a rodar primero la escena del cabecero, porque el decorado era el mismo y había que llenarlo de plumas para la otra escena. Solo iban a ser un par de tomas, luego algo de imagen fija, nada de sexo en vivo. Puritanos. No había casi nadie cerca, para estas tomas todo el equipo extra se quedaba fuera para que no hubieses posibles filtraciones. No vi a ninguno de los otros actores. Pero estaban. Porque fue meternos en la cama Kris y yo, y al mínimo movimiento por mi parte, la cama se desplomó en el suelo. Habían desatornillado las patas. Cabrones, casi me da un infarto cuando nos precipitamos al suelo de golpe.

Veinte minutos después y las patas puestas otra vez, conseguimos filmar la escena. La de las jodidas plumas costó más. Tuvimos que hacer las tomas frontales primero, pero a Bill no le convencían. Estuvimos como tres horas. Después de comer seguimos con la escenita de marras como una eternidad más. Me llegaron al móvil dieciséis mensajes más desde el otro lado del Atlántico. Hacia las ocho conseguimos, por fin, grabarlo todo y hacer unas cuantas fotos fijas para los stills por los que matarían las fans unos meses después. Nos quedamos a cenar en el set, Taylor y Chaske andaban también por allí porque rodaban con la segunda unidad.

Nos comentaron que iban a salir todos a tomar algo después a no se que sitio de la ciudad. Kris aceptó, yo no podía casi mantener los ojos abiertos, llevaba más de 36 horas sin dormir. Ella dudó pero le dije que fuera, que en cuanto llegara al hotel me iba a meter en la cama y dormir hasta el día siguiente. Hasta las doce no tenia que volver, al menos tendría tiempo de recuperarme. Quedaron en encontrase en el hall del hotel. Los dejé allí charlando y me fui a duchar para quitarme toda la mierda que llevaba encima. Me costó casi media hora recobrar mi color natural.

Vino a recogernos el coche para llevarnos de vuelta. Cuando subimos a las habitaciones Kris entró conmigo en la mía. "¿Por qué no te vienes? Ya casi nunca vamos con ellos, solo salimos por ahí cuando estamos con tus amigos." Me preguntó. "Solo salimos con mis amigos, porque solo salimos en Londres. Ya sabes lo que toca aquí cuando vamos a algún sitio. Jodidos paparazzis y gente por todos los lados." Le contesté quitándome la camisa. "Y no, estoy destrozado, me voy a la cama ya." Me senté en el sofá para quitarme las zapatillas. Fuck, la espalda me estaba matando. "Si quieres me quedo contigo" Se ofreció mirándome sugestivamente. Hay. Que. Joderse. Sugería sexo voluntariamente el día que no podía ni sujetarme las pestañas. Ademas estaba seguro que la cosa venia por lo de la mañana. Por obligación o por reafirmarse o algo así. Lo que me haría volver a sentirme un poco culpable después."No, Kris, en serio, vete con ellos y diviértete. Estaré bien." Dije deshaciéndome también de los calcetines. ¿Era la falta de sueño o parecía como aliviada?.

Me levanté y me acerqué para abrazarla. Nos besamos un par de veces. Nada demasiado escandaloso. Pero estuvo bien. Se puso de puntillas para darme un ultimo beso, luego nos separamos y la acompañé a la puerta. "Nos vemos mañana." Se despidió. Asentí. "Pásalo bien.Y no bebas demasiado, que te pones muy pesada." le dije con sorna. "Yo no bebo Rob, no tengo 21 aun." Me contestó poniendo una sonrisa angelical. "Hmmm entonces tengo que haberte confundido con la otra, lo siento." Me propinó un puñetazo en el pecho, riendo.La abracé una vez más y salió. Me volví y fui al mueble bar para sacar una cerveza. Le pegué un par de tragos mientras respondía alguno de los mensajes que me habían enviado. Después fui al baño y saqué un par de aspirinas para el dolor de espalda. Me las tomé con lo que quedaba de la cerveza. Fui hacia la cama y me quité los vaqueros y los boxers a la vez. Coloqué las almohadas y me metí debajo de las sabanas. Miré el reloj de la mesilla, las once y cuarto, tenía casi doce horas.

Doce horas para destrozar la cama, y no, esta vez, no implicaba morder almohadas ni mutilar un puto cabecero. Jodido libro.


9 comentarios:

Vero dijo...

Hola Team Writer :D
El capi estuvo genial.
Me encanta la relacion ke tienen sandra y lu. Cada una con su neura xD. Me he reido con unas cuantas frases, muy logradas la verdad, como los mensajes, por ejemplo.
Asi ke este es el famoso javier eh?? jeje
Por otro lado, no entiendo a kristen, semejante monumento encima(literalmente) y ella tan...aggggg, no puedo. Pero bueno, no es ningun secreto ke no la soporto.
Rob me encanta, creo ke lo retratais muy bien como es él en realidad.
Espero ke todo esto sea algo premonitorio y rob este desnudito en el set cuando rueden la peli jo jo joooo, ke luego no se vera nada, pero oye, siempre puede colar alguien alguna foto xDD
Un besito y la primera escena genialll.

Unknown dijo...

EGO? alimentémos el ego, espero q en poco tiempo podamos decir ¿os acordais de aquellas chicas q andaban por el foro, que escribieron aquel fic, si si el de Brillant...? pues fijaros han publicado un libro, y se las rifan para escribir guiones.....
TEAM WRITTER sois magníficas,la escena es interesante, divertida, tierna y un poco cruda al final, pero parafraseando la famosa serie de los 80 la fama cuesta, y se paga con sudor, y tambien con sangre y con lagrimas.
Ya estais tardando en publicar la próxima escena. SWEETPATT

Charo dijo...

Bueno chicas a ya va.
Que pedazo de capitulo, genial como siempre.
Sigo diciendo que me encanta lu, es como una madre siempre pendiente incluso en esceso pero a sandra en el fondo la gusta.
ademas se llama como mi mami lucía.
respecto a rob, pero como puede ser una tia tan seta teniendo a semejante hombre al lado?, desde luego es que dios da pañuelo a quien no tiene mocos, creo que en realidad es asi, rob lo da todo y esta tia es que parece que la cuesta hasta echarle una sonrrisa, bueno ya por que si no se me calienta la boca.
lo dicho chicas de diploma y espero mas muy prontito.

Anónimo dijo...

genial genial chicas!!! ayyyy yo solo digo q si rob algun dia necesita con quien "desahogarse" q llame xDDD que vamos hacer tanto escandalo q nos echaran del hotel juju... Lu eres genial!!! xDDDD me he reido tanto...

un beso a las dos!!

Polly wants a cracker dijo...

Un 10 para el primer capítulo, chicas. Me ha encantado, simplemente genial!

Me gusta, me gusta, este "odio" hacia la Kris, eso hace que aun me guste mas el fic XDDD

Un beso enorme y espero con ansias el próximo capítulo.

Anónimo dijo...

ay mami, en el primer cap y ya hablando del pene de rob..asi no puedor vivirrrrrrrrrrrrr

¨. o O * LauLollypop * O o .¨ dijo...

O_O madre mia!!! lo lei ayer, pero me he dado cuenta que no comente ¬¬

Joder....que me ha encantaaaaaaaado, todooooooo todooo...es preciso en descripciones y como le dije a Io, me encanta la manera en como esta relatado todo... ^^

Sois unas hachaaaaaaaaas!

Lau!! si el pene de Roberto siempre presente, jajajaja... OMG!

Un besote :D

Paula Rocio dijo...

Me quedo sin palabras, excelente el fic..
Buenisima la descripcion de lo personajes y esta primera escena .A Rob me lo imagino tal cual como lo describen, al igual que a Kris nosé como desperdicia a ese hombre grr, yo le le daria todo a cualquier hora sin problemas jajaj...

Saludos desde Chile.
Pau

Nani-PattinsonWorld dijo...

Io que te voy a decir que no sepas, me encanta TODO, tienes un don para escribir y lo sabes.
Un beso
ahhhh...quiero masssssss

Sandra

Sandra

Robert

Robert

Lu

Lu

Keanu

Keanu

Lu y Sandra

Lu y Sandra

Ke y Sandra

Ke y Sandra

Sandra y Matthew

Sandra y Matthew

Robert y Kristen

Robert y Kristen

Lu y Xabi

Lu y Xabi











Autoras

Io

Si la modestia -o era el sentido del rídiculo- de la autora no fuera superior a sus ganas de darse publicidad, sería ella misma quien hubiera inundado este apartado con toda una serie de referencias a su largo recorrido ‘literario’. Además, no faltarían todo tipo de detalles respecto a su experiencia como articulista de opinión, redactora ocasional y memeces varias. Al no ser así, poco o nada resta por añadir.

Lu

La mayoría de los seres humanos son como las hojas que caen de los árboles,

que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y por último se precipitan al suelo. Pene.

Otros casi son como estrellas, siguen su camino fijo, ningún viento los alcanza,

pues llevan en su interior su ley y su meta“


Hermman Hesse según Lu.

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