viernes, 16 de julio de 2010

Perfil Keanu





Keanu,


¿Habéis buscado alguna vez el significado de vuestro nombre? Es un poco egocéntrico, y también bastante ilusorio porque siempre ponen características generales con las que el 90% de la gente se identifica. Como en los horóscopos. No es que tu seas como tu signo, es que lees los atributos de tres más y seguro que también concuerdan contigo. Por ejemplo, las Lucias son alegres, sensibles y leales. Las Sandras curiosas, seguras de si mismas y creativas. Aquí se me desmonta todo lo que he dicho antes :) Keanu significa Brisa fresca sobre las colinas. Así, sin mas vergüenza. Una vez le pregunté a su madre si sufrió depresión post-parto para salir con semejante nombre. Pero no, al parecer fue cosa del padre.

Lo vi un par de veces cuando rodábamos Friends, intentamos hacer un cameo con él, como con tantos actores que salían en un episodio suelto en la serie. Pero al final no pudo ser, una vez tuvo problemas de agenda y se pospuso. La segunda vez fue cuando su pareja perdió a la hija de ambos en el octavo mes de embarazo y hubo que suspenderlo todo. Luego la cosa ya no prosperó. La siguiente vez que lo vi, ya había perdido a Jenny en el accidente de coche. Fue en el rodaje de The Replacements, no se como tradujeron el titulo al español. Un día que tenga tiempo hablaremos largo y tendido sobre la traducción de los títulos de las películas y el doblaje. Bueno, pues ahí estaba yo, porque andaba ultimando unas correcciones para el personaje de Gene Hackman en The Mexican, que iba a rodarse unos meses después. Otro día que también tenga tiempo hablaremos de Julia Roberts que iba a ser co-protagonista con él. Más concretamente de cuanto la odio o de lo repelente que es.Brad Pitt aún no lo había confirmado. En fin, que allí estaba Ke casi todo el día vestido de jugador de fútbol americano, para deleite de todo el staff femenino que babeaba por sus mallas.

Hablamos un par de veces, se acordaba de mi de cuando lo de Friends cosa que me sorprendió bastante. Como también ver lo destrozado que estaba. Cuando había más gente y tal lo veías medio normal. Era divertido y muy honesto, en seguida te dabas cuenta de que era una persona especial o diferente si preferís ese termino. No le encontrabas doblez. Como había conseguido mantenerse así en ese punto, después de todo lo que le había pasado me resultaba impresionante. En aquella época tomaba drogas. No es que estuviera colocado en plan bestia. Pero si notabas algún que otro tic y las pupilas disparadas. No es que eso me asustara. Había visto ya, como mil peor que él. Recuerdo que una noche después de acabar a las tantas, salí del set y él, que estaba allí, me invitó a tomar una hamburguesa o un sandwich o algo porque los dos estábamos desfallecidos. Se río de mi cuando vio todo lo que me comí. Charlamos un rato, nada transcendental o decisivo, simplemente compartimos una conversación mientras engullíamos todo lo que pillamos a mano.

Me hablaba un poco en plan paternalista. Tengo que decir que Ke me saca 16 años, que se dice pronto. En parte era normal que usara ese tono. Pero lo pasé bien, que era bastante más de lo que podía decir con muchos actores. Un par de años después coincidimos de nuevo mientras rodaba Noviembre Dulce. Otra vez estaba en una peli suya sin tener nada que ver con él. Charlize iba a rodar Hombres de Honor con De Niro y estuve allí unos días con ella, para ponerla al tanto de su personaje. Entonces si que hablamos, prácticamente cada día. Comimos pizza y chino esta vez. Y fue la primera vez que me habló de ella, y de su vida sin ella. De como hacer una película romántica donde la protagonista muere trágicamente, le pareció buena idea en un principio y de lo duro que le estaba resultando. Se te encogía el alma al oírlo. Aunque suene a cliché barato supongo que se puede decir que conectamos. No pasó nada, claro. Al menos no románticamente, yo estaba con Jorge y además muy bien. Una noche me preguntó si me veía o salía con alguien. Le hable de él y no volvió a salir el tema. Él siempre tan correcto. Aún así hubo algo, aunque no sabría explicar muy bien el que.

Después Jorge se fue y me quede sola. Ya sabéis como fue la cosa. Un año y pico de trabajo como descarga y del centro como ayuda. Cuando las cosas empezaron a mejorar, sentía que me seguía faltando algo. Que me faltaba una parte de mis emociones por liberar de alguna manera. Que necesitaba una conexión emocional más profunda que la que mantenía con mis amistades. Que no estaba avanzando en ese sentido. Pero es que no podía ni imaginarme, enamorándome de nuevo. Ni siquiera eso, no podía verme sintiendo de nuevo. Cortaba cualquier tipo de avance en esa dirección. Había hombres que me preguntaban y que incluso me pedían citas. Yo los rechazaba una y otra vez. A pesar de que todo el mundo me aconsejase lo contrario. Tienes que salir.El mundo sigue rodando, me decían. Sólo que yo me había quedado estancada y nadie parecía darse cuenta. Era como si tirasen de ti de cada brazo. Por un lado lo necesitaba. Por el otro lado era incapaz de hacer nada. Cuando menos te lo esperas. Aparte del titulo de su película con Diane Keaton y Jack Nicholson, fue una ironía con mayúsculas.

Porque desde luego no me lo esperaba y desde luego no lo vi venir. Por primera y única vez hasta el momento, trabajamos juntos. Y en cuanto me vio lo supo. Prácticamente no tuve ni que contárselo. Supongo que me lo leyó en la cara. Y a pesar de su tan cacareado y comentado 'romance' con Diane, con la que pasaba el tiempo era conmigo. Sin darme apenas cuenta, le acabé contando mi vida entera. Y él escuchaba y asentía y no me decía como todos los demás que todo iba a salir bien. Porque él había pasado por lo mismo hacía más tiempo y no estaba bien aún. Eso era lo que más animo me daba. Ver que no era la única que no lo llevaba bien. Que no era tan anormal sentirme como me sentía en ese momento. Entonces una noche, pasó lo que no tenia que pasar. Me besó.

Me hace gracia como las mujeres americanas o al menos la mayoría, mitifican el primer beso de una relación, o de una simple cita. Es el momento definitorio. Es cuando vas a saber si esa persona es el hombre de tu vida, mientras suena el concierto de dos violines en D menor de Bach en tus oídos. Cuando tu corazón se acelera y el cielo se adorna con los colores del arco iris. Cuando la tierra se mueve bajo tus pies y tu corazón se detiene esta vez, para luego volver a latir por siempre al mismo ritmo que el suyo. Por lo menos. Fue en verdad premonitorio para mi también. Ke me beso y yo tuve un ataque de ansiedad.

Me retraje inmediatamente. Intenté evitarlo. Alejarlo o esquivarlo como hacía con todos. No lo conseguí. Él no volvió a intentar ningún tipo de acercamiento físico, pero siguió estando ahí para lo demás. Sabia al igual que yo que no estaba preparada. Y a todo esto, los dos, haciendo como si nada cuando estábamos trabajando. Profesionales, distendidos, si hasta bromeábamos con los del equipo y todo. Ahí descubrí lo eficaz de los disfraces. Que puedes poner la cara de domingo cuando te estás rompiendo por dentro. Al menos nosotros podíamos. Luego dicen que es mal actor, no tienen ni idea. Claro que también influye el hecho de que la gente ve lo que quiere ver. Que si no les interesa el tema no prestan la más mínima atención a los pequeños detalles. Y aquí la gente está demasiado ocupada mirándose constantemente el ombligo como para ver más allá. Así aguantamos hasta el final del rodaje. La última tarde vino a despedirse. " Ven a verme. Cuando puedas, ven a verme. Te estaré esperando." Los dos sabíamos lo que ese cuando puedas significaba. Y lo que implicaría el vernos.

Volví a mi rutina normal. Intenté quitarle importancia al tema. Hacer como si no hubiera pasado. Pero ya nada era lo mismo. Se había abierto la caja de Pandora. Aguanté cuatro meses. Él estaba en Toronto preparando una versión teatral de El mercader de Venecia que al final no vio la luz. Cogí un avión y me planté en Canadá decidida a hacerle frente de una vez por todas a la situación. Pasé dos horas en el bar de su hotel, bebiendo whisky yo que apenas bebo más que vino, fumando que entonces aún se podía en los hoteles y llorando. Pensé en marcharme un millón de veces. Pedí perdón al cielo otro millón más. Tres whiskys después subí en los ascensores. Abrió la puerta de la habitación y al verme allí se quedó como en shock. Permanecimos mirándonos un rato en silencio. Midiéndonos. Al final se hizo a un lado y me dijo " Si entras, no te dejaré salir. Esta vez no hay vuelta atrás." Se giró y entró en el dormitorio dejándome a mi la decisión final. Me despedí mentalmente de Jorge, respiré hondo y entré cerrando la puerta tras de mi. Una de las decisiones más difíciles de mi vida y también de las mejores.

Eso lo digo ahora. Con toda la ventaja y perspectiva que otorga el tiempo. Entonces fue horrible. Sin exagerar. Ho-rri-ble. Era como estar en el purgatorio, al menos según la visión de la Divina Comedia. Tuvimos que sacarlo todo de dentro. El miedo, la ansiedad y la angustia, el dolor y sobretodo la culpa. No se si podéis entenderlo así sin más o es una de esas cosas que hay que experimentar de primera mano para comprenderlo. Porque lo peor de todo sin ninguna duda era la culpa. Sentirse culpable por estar vivo. Porque has perdido lo que era más importante para ti y además de forma aleatoria y caprichosa. Sentirse culpable por querer seguir adelante. Por que ellos no iban a tener esa oportunidad. Sentirse culpable por poder enamorarse de nuevo. Porque era como traicionarlos. Sentirse culpable por enamorarse. Porque por mucho que pensáramos que ellos lo habrian querido asi, te sientes culpable. Sentirse culpable porque a pesar de enamorarte no sientes lo mismo que antes porque es imposible poner todo el corazón en ello cuando has perdido un trozo. Porque ya no eres ni nunca serás el mismo. Sentirse culpable porque a pesar de saber que alguien menos dañado emocionalmente seria mejor para el otro, no puedes dejarlo marchar porque lo necesitas. Porque en el fondo todos somos egoístas en cierta medida. Sentirse culpable por compartirse físicamente con alguien. Sentirse culpable por no poder disfrutarlo. O por que si lo disfrutas, piensas que no deberías y aún es peor. Había tanta culpa y de tantas formas y clases distintas que era fácil perderse en ella. Había que pelear cada segundo para no dejar que nos aplastara.

El primer año fue el peor. Yo reduje mi carga de trabajo y Ke se cogió el año sabático por primera vez en siglos. Estrenamos mi nueva casa en LA, la que tengo ahora. Pensamos que empezar en un sitio sin recuerdos anteriores seria menos duro y difícil. Lo llevé alguna vez al centro conmigo para ver si le ayudaba como a mi, pero no funcionó. Para mi era una motivación para seguir adelante ver la fuerza de esos chicos. Para él era un recordatorio constante. Era comprensible. Yo perdí a mi pareja. Ke había sido abandonado por su padre de pequeño. Su mejor amigo murió con 24 años de sobredosis al principio de su carrera. Su hermana recayó de leucemia unos años más tarde. Y de colofón la niña y Jenny. Lo extraño no es que a veces tomara drogas o se pasara con la bebida. No, lo raro es que se levantara de la cama cada día. Ahora a veces le digo que si escribiera su vida como guión no me lo aceptaría nadie por exagerado. Él sonríe y me dice que seria la exageración mejor escrita de la historia. No es justo. Ya se que la vida no es justa. Que es vida y punto. Pero prometo que si el día que me muera resulta que si hay un dios le daré una paliza por lo que ha hecho con ese hombre. Os pongo de testigos a todos. Hubo muchas veces en las que creí que no lo conseguiríamos, que acabaríamos hundidos totalmente. O que saldríamos en las noticias. Porque lo que nos unía era lo mismo que nos destruía. Es muy difícil vivir con esa carga a todas horas. Pero lo conseguimos. Juntos. A día de hoy nos divertimos un montón haciendo cualquier tontería y a veces hasta nos sonreímos sin rastro de aquella amargura en los labios.

¿Que pasó después? Que la ironía seguía estando a la vuelta de la esquina. Superamos la culpa, el dolor, la depresión. Aprendimos a aceptar nuestras nuevas versiones de nosotros mismos. Las conversaciones ya no eran todas de lo mismo. Colocamos fotos nuestras al lado de las de ellos. El sexo dejó de ser un exorcismo o un mero acto de catarsis, si hasta conseguimos disfrutar de unas cuantas noches espectaculares. En definitiva, que no teníamos que estar luchando a cada segundo, sujetándonos el uno al otro. Por irracional que parezca, ese fue el principio del fin. A veces oigo esas historias de matrimonios que pierden un hijo y no son capaces de sobrellevarlo. Las estadísticas de divorcio en caso de tragedia son altisimas. Lo nuestro fue lo mismo pero al reves. Nos unió la fatalidad. La necesidad de ser un frente común. Cuando eso ya no fue necesario nos sentimos vacíos, sin meta. Porque ya la habíamos alcanzado. Es como el deportista que toda la vida se esfuerza para poder ganar una olimpiada. Después del oro no hay nada mas. Solo la vuelta de la victoria a la pista y luego a los vestuarios… Puñeteras metáforas existenciales.

No fue por no intentarlo. Por que los dos lo vimos venir. Pero nos resistíamos a aceptarlo. Porque era tan fácil estar juntos en ese punto. Tan cómodo. Tan natural. Y había amor, amor del bueno. Del de verdad. No hay ni ha habido nadie que me haya conocido tan bien como él. Ni siquiera Jorge. Porque a veces cuando te enamoras intentas dar una versión mejorada de ti misma. O una recortada. O una inventada. Pero nosotros no. Éramos totalmente transparentes el uno con el otro. Ya éramos lo suficientemente opacos con los demás. Eso tampoco ayudo. Porque si conoces tan bien a una persona, que sabes cada gesto, cada mirada y cada frase y porque lo hace o dice y de donde viene y para que. ¿Donde queda el misterio?¿Donde la capacidad de sorpresa?¿Lo inesperado? Si eso es lo mejor del amor o de mantener una relación. Las cosas nunca llegaron a ponerse feas del todo. Pero apareció la tensión y la frustración. Después llegaron las malas caras y los reproches. Ahí pusimos el pie en tierra. No podíamos perdernos el uno al otro del todo. No podíamos perder todo lo que teníamos por obcecarnos. En términos médicos fue como una amputación. Quitamos la parte que no servia para poder salvar el resto del cuerpo.

Fue duro, después de dos años juntos acostumbrarse a otra dinámica. Menos mal que Lu llegó entonces. Me ayudó de una forma increíble tener a alguien tan como es ella al lado. Porque la tentación estaba ahí. Esta vez nadie se había muerto. No es que no nos viéramos. No es que no nos habláramos. No es que no nos quisiéramos. No es que no hubiera ninguna posibilidad. Así es difícil marcar límites y mover pagina. Y a mi me daba tanto miedo cruzar alguna linea invisible y hacerle daño. Al final tuvo que ser él, de nuevo, el catalizador. Unos meses después llamo a mi puerta una noche. Con esa sonrisa suya y una botella de whisky de malta. Si, Ke siempre estará asociado al whisky aunque no sea escocés. "Vengo a despedirme" me dijo. Casi me da un infarto. "¿Despedirte de mi?" le pregunté, intentando no desmayarme, pensando que era una ruptura total. Levantó su mano libre y me acarició los labios con el pulgar. "Despedirme de todo lo que ya no debo sentir por ti... y de tu cama" contestó mirándome a los ojos, poniendo cara de niño bueno. Me reí. "No se si eso es una buena idea Ke. De hecho pienso que puede acabar siendo realmente mala". Susurré entrelazando mis dedos con los suyos que me tocaban. "Por eso traigo el whisky. Esta noche pensará el por los dos y mañana será la excusa" replicó, agitando la botella que sujetaba. Os he dicho que le quiero ¿verdad? Pasamos esa noche bebiendo y algo más. Volvimos, por unas horas, a abrirnos el pecho para compartirlo todo. Volcamos entre las sábanas el amor, el afecto, el deseo, la necesidad, la amistad, la lujuria, el cariño y la inmensa gratitud que sentíamos el uno por el otro y los emborrachamos también. A la mañana siguiente se levantó de mi cama y de esa parte de mi vida para no volver jamás.

Sorprendentemente todo fue mejor después, fue como la sutura definitiva. Aunque a Lu solo le interesaba la parte de implicaba mi ingreso en el club de 'me tiro a mi ex' aunque solo fuera por una noche. En fin. Luego fuimos quemando etapas. Tener nuevas parejas. Adecuar nuestra relación a esa situación. Porque yo entiendo que no es fácil asumir desde los que están fuera el vínculo que compartimos. No fue nada fácil. Algunos se quedaron en el camino por no estar dispuestos ni Ke ni yo a ceder. Romper con las nuevas parejas. Algún problema de trabajo. Alguna recaída suya en noches funestas. Porque cuando digo que lo superamos juntos no es que nos curáramos de golpe, solo que aprendimos a vivir con ello. Pero los altibajos siguen estando. Seguramente estarán siempre, pero al menos sabemos reconocer los síntomas e intentar aligerarlos. Siempre hay épocas mejores y otras peores. Pero las vamos sorteando como vienen. Al menos ya no dudamos de si lo haremos, ahora tenemos la certeza de que podemos.

Y poco más. Actualmente Ke esta intentando retomar una antigua relación. Sofia (Coppola) y él se conocieron antes del accidente. Salieron juntos hace muchos años, pero ambos eran muy jóvenes y la cosa no cuajó. Ahora están intentando que la secuela funcione.Yo creo que es perfecta para él. Sabe quien era hace unos años y quien es ahora y sabe leerlo perfectamente. También influye que la conozco y que es de las pocas que ha sabido entender que no renunciaré a lo que tenemos él y yo y que eso,sin embargo, no representa ninguna amenaza para ella. Una directora extraordinaria por cierto, y lo se de primera mano porque hemos trabajado juntas. Además será mi guía en la sombra para mi película. No puedo pedir más.

Bueno sí, si he de ser sincera, si puedo pedir más. Es lo que tiene el carácter posesivo/obsesivo de las mujeres. Como cuando tienes un hombre que va detrás tuyo y lo sabes y no te gusta. Y le dices que lo sientes pero que no puede ser y le aseguras que serás su amiga de por vida. Y de repente te viene y te cuenta que sale con otra y te pillas el cabreo del siglo. Porque tu no lo quieres pero tampoco quieres que lo tenga nadie mas. Porque siempre sienta bien que alguien te considere fascinante. Y si de repente ya no eres la única… Me gusta pensar que estoy en el término medio. Me alegro muchísimo de que le vaya bien, porque nadie en este mundo se lo merece mas que él. Sólo pido que con ella beba Armagnac, ginebra o Dom Perignon incluso si le apetece.

Pero whisky no, el whisky es solo mío...

6 comentarios:

Nani-PattinsonWorld dijo...

¡¡¡ Como me gusta !!! es genial el prefil de Ke, ya me gustaba antes, ahora mucho mas. Graciasssssss, gracias por este momentazo y quiero mas.
Un besazo

Io dijo...

Nani, graciassssss. Y si, ya se que tu siempre quieres mas :)

Besotesssssss

Vero dijo...

Otro perfil fantabulistico!!!
Me gusto un monton el perfil de Ke, como actor me encanta, no sabia yo mucho de su vida hasta hace algun tiempillo ke busque en la wikipedia.....es un campeon nato, un autentico luchador.
No se si te acabaras cansando de esta frase pero, ESCRIBES GENIAL xD Te lo dire en todos los capis seguramente :DD
Un besote a las dos.

Unknown dijo...

La culpa debería tratarse como un catarro: incubacion (o sensacion de malestar y dolor por hacer lo que hemos hecho o inminentemente vamos a hacer); guardar cama (no juzgarnos de momento muy duramente por lo q estamos haciendo o acabamos de hacer, ya habra tiempo de arrepentirse); sudar (o empezar a pensar q a lo hecho pecho y q arrepentirse ya no tiene sentido);recuperacion (o empezar a sentirse mejor, no ves ya esta superado todo, no era para tanto). A veces el catarro se cura antes con medicacion, admitimos Keanu como el remedio mas eficaz. Por cierto una de las mejores frases que he leido en mi vida, resume miles y miles de conductas aunq poca gente la ha expresado con tanta valentia: "Por eso traigo el whisky. Esta noche pensará el por los dos y mañana será la excusa". Bellisimo perfil, bellisima historia. Gracias por vuestro ingenio. SWEETPATT

Anónimo dijo...

waaaaa!!!! huy con ese hombre q grrr... pobrecito es q su vida en realidad ha sido bastante dura...

continuen asi chicas, son las mejores :')

Charo dijo...

Guau, que perfil,me ha encantado la manera de, como si dijesemos, intentar pasar pagina, de intentar superar el pasado; muy profundo, genial chicas seguir asi que esto promete.

Sandra

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Io

Si la modestia -o era el sentido del rídiculo- de la autora no fuera superior a sus ganas de darse publicidad, sería ella misma quien hubiera inundado este apartado con toda una serie de referencias a su largo recorrido ‘literario’. Además, no faltarían todo tipo de detalles respecto a su experiencia como articulista de opinión, redactora ocasional y memeces varias. Al no ser así, poco o nada resta por añadir.

Lu

La mayoría de los seres humanos son como las hojas que caen de los árboles,

que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y por último se precipitan al suelo. Pene.

Otros casi son como estrellas, siguen su camino fijo, ningún viento los alcanza,

pues llevan en su interior su ley y su meta“


Hermman Hesse según Lu.

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